Juli Zam

La princesita, el príncipe y el sapito

Érase una vez, en un país muy lejano

donde vivía una linda princesita

que en busca de un bello príncipe

salió de su palacio una mañanita.

 

Caminado por el verde prado

con un feo sapito se encontró

quien al ver a la linda princesita

tímido un beso de amor le pidió.

 

Ella asustada al verlo tan feo

el beso de amor rotundo le negó

entonces el pobre y feo sapito

siendo un feo sapito continuó.

 

Desconsolado y triste el feo sapito

nunca entendió del no la razón

ni por qué a la linda princesita

le había causado tanto pavor.

 

La linda princesita sin inmutarse

su camino por el prado siguió

y se llenó de inmensa alegría

al ver luego a quien la impresionó.

 

Un apuesto y gallardo príncipe

que de inmediato la conquistó

con su traje, espada y corona

lo que para ella siempre soñó.

 

El noble y encantador príncipe

un beso de amor también le pidió

ella embelesada y sin dudarlo

sincera, toditos su besos le dio.

 

La magia que ella guardaba

con el bello príncipe agotó

no le quedó ni una sola gota

mas eso a ella no le importó.

 

Pero muy pronto el príncipe

la máscara bella se quitó

más feo que el feo sapito

un monstruo infame resultó.

 

La linda  princesita apenada

aprendió muy tarde la lección

y buscando a un feo sapito

mucho tiempo por el prado pasó.

 

Mientras tanto el feo sapito

olvidó el mal rato pasado

y tranquilo siguió su camino

de salto en salto por el prado.

 

Hasta que por fin llegó un día

en que se volvieron a encontrar

el feo sapito y la linda princesita

la que una vez no lo quiso besar.

 

Ahora ella con mucha ternura

en dar su último beso de amor insistió

pero la princesita ya no tenía magia

y aquel beso tardío de nada sirvió

 

El feo sapito no se convirtió en príncipe

la linda princesita solita se quedó

y el monstruo que fingió ser un noble

feliz y contento para siempre vivió.

 

Moraleja:

Un poco de magia, siempre debes reservar

para el próximo beso de amor que vayas a dar            

Zam