Comprendo tu fuego negro
y tu fuego amarillo,
pues también tengo mi cofre azul
de terciopelo lleno de relojes rotos
y ladrillos de viento frío.
Entre nubes negras también
he quebrado árboles cuando
me he sentido acorralado,
también he sembrado semillas buenas
en suelos azules.
lucho por mi arco iris con alas,
pero no me es indiferente tus montañas derrumbadas,
pues también cargo en mis espaldas
mis águilas caídas