Soneto Melódico
Todas estas promesas que me hago
no podré ejecutarlas fácilmente
ya que hierve en mi ser recio torrente
como alquimia formándose en gris lago.
Si ocasiono estropicios yo los pago
tengo un piélago inmenso aquí en la mente
y jamás alardeo en lo decente
aprendí a superar el sino aciago.
Siento un cálido céfiro en el alma
es un ósculo tierno que me mima
anunciándome pronta y grata calma.
La respuesta me viene en esta rima
no en las líneas antiguas de la palma:
¡pues cerrada, la pluma Dios me anima!
JAIME IGNACIO JARAMILLO CORRALES
Condorandino