Donde duerme la
luz de la mañana.
En el filo de la
noche que aún
la guarda.
Desperté otra vez
en la ventana.
Y aún dormidos
los sentidos a la
vida.
En el alma
despertaba
lo escondido.
Que oculté con
la esperanza
del olvido.
Mas el alma que
no entiende de
sentidos.
Me negó lo más
querido.
Y aún dormido vi
a tus ojos.
Que miraban a
los míos.
Y no sé si lo soñé
mas imagino.
Que el ayer nunca
se fue de donde
vino.
Porque hoy que
otra vez ha
amanecido.
Vi en tus ojos al
amor llorar
conmigo...
Rafael Pablo