Pese a todo,
-cada día-
Persistes.
Coleccionando,
-como en un álbum de cromos-
Mis mentiras.
Lo que soy.
Queriendo, empeñando,
Alucinando...
¡PERO NO EXISTE!
Cariño...
El pecado envuelto,
Sucediendo una y otra vez.
Que se ha puesto de rodillas
-sin ganas de ser redimido-
Te quiero.
Pero...
No soy una estrella
Y te has deslumbrado, como estúpido.
Pensando en una.
Y no soy más,
Que la luz de un carro que ciega y atropella.
Que lastima.
Y porque te quiero...
Porque te amo.
Me despojo de la dicha, mi amor,
que tus ojos me dan cuando se fijan en mi.