Siempre tengo esta sensación...coloco una idea sobre otra, como haciendo un castillo de arena o de cartas. La Torre de Babel para desafiar al Dios conocimiento.
Y mientras escalo en ella coloco otras ideas, y de ellas nacen otras, y de estas otras nacen ellas: las ideas mas deseadas; y de las ideas mas deseadas nace algo...caliente, una esencia.
Comparado con oler las estrellas u olvidar tus sentidos. Mis ojos se nublan blanquecinos en un espacio sin tiempo, donde pierdo noción mortal. Y siento el ancla de mi mente golpeando contra la torre.
Un pensamiento, un deseo, un ruido bastan: todos estamos atados; me siento ese pez mordiendo el anzuelo y siendo arrastrado.
No hay desilusión mas grande que el viento contra tus cartas o el mar contra tu castillo. Todos los pensamientos caen fuera del infinito.
Creo que después -a excepción de la muerte- nada puede ser menos irracional y místico.