No es la soledad,
Tampoco lo es la nostalgia
O la agonía de los recuerdos,
Mucho menos el antojo de tus besos.
No tiene nada que ver la tristeza
Y es ajena toda culpa, toda pena.
Quizás sean estas cicatrices subcutáneas,
Esas que ahora sólo se ven en las miradas.
Lo que sí estoy seguro, es que el dolor
Tiene que ver con vos.
Tiene que ver con aquel beso prometido,
Con aquella cita olvidada y con este corazón partido.
Tiene que mucho que ver con vos,
Y algo que ver conmigo.