Cada época tiene sus canciones,
que son bandas sonoras de recuerdos,
y que son para el presente lecciones,
de cuando éramos mas locos que cuerdos.
Quien tuvo la suerte de escuchar una nana,
antes de dormir su primera siesta,
aprendió a discernir el llanto de la fiesta,
y lo oscuro de la noche , de la luz de la mañana.
La primera nota musical,
sin instrumento ni partitura,
fue para el llanto consuelo.
Fue el amor maternal,
el primer regalo a la criatura,
arma amorosa contra el duelo.