Seguro que nunca tuve
Las ganas de escribir tanto
Sin mirarme en el espejo
Para evitar el espanto
De encontrarme las arrugas
En la cara envejecida
Debajo de mi pellejo.
Seguro que no me acuerdo
De las cosas que decía
Cuando soñaba despierta
Y comía de tu mano
Las nueces de fantasía
Que rompías con amor
Para alimentarme todas
Las cosas del corazón.
Seguro que el tiempo mata
Muchas cosas que buscamos
Agarrados de la mano
En un sendero muy largo
Con casi 50 años
De vida de enamorados.
Muchas que nunca encontramos
Y otras que nos vieron lejos
En el trajinar del día,
De la tarde y del mandado,
Al seguir viviendo juntos
Como cosa de milagro.
Seguro que es importante
El encontrarte en la noche
Cerca de mí, a mi costado,
Para que me des calor
En los inviernos tan largos.
Seguro que el levantarse
A las 6 de la mañana
Preparando el desayuno
Mientras te afeitás la cara
Es rutina de cadena
Que encuentro sin lamentarlo
Mientras el café se hace
En el expreso obligado.
Seguro que en el vivir
Una y otra vez lo mismo
Con el objetivo loco
De traer a casa el mango
Uno suspira un montón
A la hora de encontrarlo.