Atrapada en telarañas
y sinuosos laberintos,
que conducen a la nada,
a la muerte y al abismo.
Encuentra su vida triste y fría,
se quedó su alma sola y vacía,
ya no tiene noches, ni tiene días,
no encuentra nada que le de alegría .
Ese amor cobarde que la lastima,
que nunca va a decirle un \"te amo\"
de amigos y la familia la aísla,
cuando se expresa, la ridiculiza.
Sin presente ni futuro,
aislada y en las sombras,
con la mirada perdida,
su victoria es la derrota.
Está en su habitación solitaria,
sólo el silencio y la noche la invade,
en sus manos esconde las lágrimas
cuando de sus ojos rápidas salen.
De noche ya no salen las estrellas,
de día tampoco ve el Sol.
Sólo hay maltrato, miedo y dependencia,
críticas, humillación y control.
Con su cuerpo está pagando
las angustias y tormentos,
con los gritos, el castigo
de vivir en el infierno.
Frágil ser, sin fortaleza,
va sintiendo el desamparo.
La justicia que no escucha,
¿Quién le brindará una mano?
Pero ¿Por qué callas mujer? ¡Basta ya!
De lo que pasa, tú no eres culpable,
¡No permitas que nadie te insulte,
o pisotee tu dignidad y maltrate!
¡No le des más otra oportunidad!
Te pide perdón pero no cambia,
si no te valora no te merece,
¡Encontrarás alguien que de verdad te ama!
Ya es hora de dejar de llorar,
y que tu vida empiece a cambiar,
¡Lucha, mujer, por tu libertad
Y que la violencia no sea más!