¡Creo, creo, soy creyente!
Creo en el cielo y en la gente
y creo, que la vida es un juego.
Por eso, de todo me desapego.
En ese juego vital yo apuesto
y a vivir feliz me apresto.
Dejo el equipaje al viajero,
sí es que, antes, no me muero.
Pero, si llegara a morir temprano,
a todos les extiendo mi mano,
para dejar de mí vida testimonio
y que en el más allá, no me acosen
los demonios.
Las cuentas claras yo las tengo
y en la tierra con Dios convengo.
Quiero evitar un pronto regreso
y de ello, las consecuencias sopeso.
¡Anhelo disfrutar de ese cielo,
y, con ello, me consuelo!
Quiero seguir el rumbo caminando
Pero, con mi corazón amando.
¡Nada de la tierra me es ajeno,
Por eso, en el cielo me estreno!
Raiza N. Jiménez