Desnuda...
e ingrávida calandria,
se vierte
entre trigales...
el viento la reclama
de labio...
y glauco trance,
se viste de paloma
en piélago de plata,
y en cáliz lacerado
apenas se deshace...
de augusto
y exhausto lance,
se mece de tristeza
e impávido detalle...
y en beso zozobrado
apenas se entretiene,
de impúdico desaire.