La primera vez que nuestras
miradas se cruzaron
fue una lluvia de estrellas
cantando.
Fue como abrirme
en la sonrisa de tu boca
así como te abriste
en las alas de mis mariposas.
Como si fuéramos sueños
que se encuentran
muy despiertos
abrazando la primavera.
Fue como pausar
el tiempo en nuestro ojos
cuando me volví mar
de tus luceros solo.
Cuando en ese instante
la magia se vistió de flores
en el sol de reflejarme
en la sonrisa de tu horizonte.