Mes cuarto día noveno
Que detalle tan hermoso ha sido el encuentro
De este maravilloso poema que en prosa tú has expuesto
Un escrito que pretende acariciar mi lecho
Donde mi cuerpo solitario yace lleno de deseo
Por sentirse como el árbol que la hiedra va recorriendo
Trepando por él, sin dejar lugar recóndito al descubierto
Asciende hasta mi copa para colmarme de besos
Esos que transforman de pasión el alma
Y el cuerpo en un infierno
Es allí también donde mi alma reposa y toma sustento
Donde mis anhelos se colman cuando te voy descubriendo
Más no te quepa duda alguna que tus frases hoy son mi alimento
Y más si llevan impreso el sello del sentimiento
No veo nube alguna solo el sol que llevo dentro
Que anuncia la estación de nuestro bonito tropiezo
Llegaste como las amapolas invadiendo todo el terreno
Sembrando mi prado del color de la pasión y el deseo
Si bien conoces mi esencia sabrás que diste de pleno
Que este fue el mejor presente para sellar este, nuestro, primer encuentro
En el cual nos tropezamos hace trescientos sesenta y cinco días
Gracias por dedicar unos momentos a dar placer a mis deseos
Pues ni reloj de oro, ni pulsera ni alhaja alguna
Podrían llenar mi alma como el sentimiento expuesto que me abruma
No solo no llenarían mi alma, sino que sembrarían la duda
De si algo entendiste de mi alma que hoy es tuya
Confirmo desde aquí ese sentimiento que tú y yo tenemos
Hoy sin lugar a dudas, mañana no sabemos
Eso de ser tu pareja me sentó delicioso alimento
Dejémonos hoy de dudas de miedos e incertidumbres
Que la felicidad y la alegría sea la luz que alumbre
La sonrisa y la magia de nuestros encuentros
De manos enlazadas de cuerpos sedientos
De labios carnosos que se buscan hambrientos
Hoy y siempre te deseo. Ah! y gracias por el mejor regalo del mundo
Que es la palabra TE QUIERO