Tengo impregnado tu perfume
desde aquel abrazo de Noviembre.
tan presente tengo ese día, que no creo poderlo olvidar,
lo recuerdo cada que tu nombre escucho nombrar.
Me he sentado a escribirte en aquella banca solitaria,
me siento tan bien recordándote entre versos.
Entre momentos donde tu risa encajaba perfectamente con la mia,estaba seguro que no era mentira.
Te diría que te quiero, pero pensarías que para eso hacen falta; más momentos, más sonrisas, más virtudes, menos misterios.
Porque tu y yo no seríamos solo dos, seríamos multitud
un defecto tuyo sumándole uno mio, llegaría a ser una pequeña virtud.
sólo te pido que no me des tu indiferencía,
si es que no sientes las mariposas en el estómago como yo,
basta con decírmelo, para deshacerme de ellas lo antes posible,
para que no me dejes sin tu compañia, o peor aún, que me dejes sin tu sonrisa.