Niña tierna y dulce
Deslumbrante y reluciente son tus ojos
Radiante y espléndida es tu sonrisa
Luminoso y apasionado es tu cabello
Inmarcesible es el brillo de tu rostro.
Déjame contar tu historia
Déjame decirle al mundo de tu inocencia
Permíteme hablar de la luminiscencia de tu belleza
Concédeme contar la historia de una gentil y bella princesa.
Déjame decirle a la naturaleza, que las rosas
Se entristece, a ver belleza
Más grande que la suya
Permíteme Decirle al universo que el sol te envidia
Por la cristalina belleza de tu alma.
Déjame divulgar por todo el mundo
Que la hermosura te esquiva para
No sentirse avergonzada
Concédeme anunciar el celo de las estrellas
A ver qué puedes iluminar una vida con una sonrisa.
Déjame decirle y contarle al mundo
Que el universo cuente y testifique
Sobre el merito de tu belleza
Y que declare por si mismo
Que no existe otra mayor.
Y si bien no podría nunca
Contar tú historia
Y decirle sobre tu belleza al mundo
Al menos deja princesa mía
Que lo intente con estas palabras.