Los árboles solo esperan a alguien que los tale
antes de morir,
cada árbol nos acompañará a lo largo de la vida,
a nosotros y a tantos seres terrenos, pájaros
nómadas y sedentarios, símios burlones y símios
solitarios, sus hojas se despertarán con la brisa,
serán cunas al nacer, en él buscaremos la intimidad
solitaria o compartida.
Serán posada amorosa para engendrar y ser engendrados,
los momentos más felices y más tristes de nuestra existencia
tendrán principio y fin en sus lechos, el árbol que como decía
el poeta, será yugo de carreta o melena de campana, quizá
las vicisitudes te lleven a sonar en suspiros de afamadas
orquestas, por ello queridos árboles, mientras estéis presentes
adoraremos la vida, vosotros sois la respuesta.