Vives traslucido en mi
con sonoros que se esconden
detrás de las palabras
junto a los mares altivos
que irreverentes postulan
Vives arrinconado entre el alma
desafiando las puertas entreabiertas
para perfilar voces
que angustiosas, vacilantes
emergen a decir palabras
Vives y no dejas de nacer
perenne, gritos de una bendición
que renacen con lluvias angostas
dándome luz entre las pesadillas
cuando el sueño se adueña de mi
Vives con la verdad apretada
en la minúscula ostra que me observa
guardando el brillo perpetuo
perla que embellece los albores
de mi existencia, circunstancia, vivencia
Vives en la imagen del espejo
adobado de fantasmas
brilloso de ebriedad y lujuria
pesarosa realidad de un tormento
deshojadas vasijas de cielo.