Locos esos ojos, que me miran sin cesar, ni descansar.
Locos esos labios, que sonríen al verme pasar.
Loca esa voz, que te tiembla al hablar.
Loco tu corazón, que resuena en mis oídos con cada suspirar.
Loca manía tuya, que tienes de hacerme brillar.
Loco mi corazón, por enamorarse, de un loco como tú.