Liras de una gata.
Caminado de noche
maullando elegante de casa en casa
por un poco de leche,
la panza ya le pesa...
a la luz de la luna espera ansiosa.
¡Roedor no corras más!
fuerzas debe guardar... traviesa gata,
dejar de jugar jamás,
curiosidad que mata,
instinto alerta, con zarpa de plata.
Una noche de encanto,
de furor agotador que se mece
en tu boca... este fruto,
traes cuando amanece
liras de tu ternura que estremece.