¿Por qué he de regresar?..., a mi propia soledad
si tantas son las estrellas, en los ojos de la mujer amada.
Hoy, de tanto vivir he comprendido
que el amor puede ser un suave caer
casi un abandono
dejar de ser, transformándome en el otro
hasta poder verme a mi mismo
vulnerable e invencible por igual
en esa maravilla.
¿A que lugar podría regresar?
Mas que a tus ojos de mar.