Trozos de tierra
Cargando sobre mis sienes
líneas llenas de espasmos y recuerdos.
Te apareciste en una noche desierta
y supe de tus letras.
Supe lo que querías transmitir,
supe que eran ciertas tus vivencias,
y el peregrinar de tus escasos miedos
caminaron conmigo de la mano.
Fui testigo de tus mares,
porque mi isla sabe a lo salado,
al sudor que la piel destila
por la inclemencia del mal tiempo.
Ella sabe a besos soñados
entre mares en calma
y vientos huracanados.
Porque el tiempo pasa
recobrando espacio,
entre adoquines. Figuras en la noche.
Corazones inundados por la pena
y el hambre,
en las inflamadas venas
de la brisa mañanera.
Y el sol quema la piel
en las horas desoladas,
porque en cada una de tus letras,
hiciste que mi alma volviera a sentir
lo que es el aroma de enamorada.
Y caminé entre las algas
que tú recopilaste
en las noches de sueño.
Junto a un recuerdo que guardo
en la imaginación.
Nacieron entre conchas y caracoles
dentro de ese mar dañado
por químicas y sustancias.
Arrastro mis trozos de tierras
con sabor de esperanzas
que las muestro
en los callos de mis manos
ante el olvidado ángel de todos.
En oleo una vida abstracta, tú pintaste,
y las caracolas multicolores
buscando nuevos instantes,
recordando los que en la almohada
recopilaste con sabor de otros amores.