Por la rosaleda floreada
y por sus preciosas cálidas hojas
hay un amorío entre las matas
con fluidez cálida y amorosa.
Y existe pasión entre las hojas,
entre pensamientos, rosas y suspiros.
Hay susurros, jadeos, sollozos,
y... se escucha ¡dame un beso!
¡Quiero más! ¡más! ¡¡dame más!!
¡...bésame más amor mío!
Crepúsculo primoroso de amor,
resplandeciente de hermoso sol.
Un paraíso espontáneo de amores
con sus gorriones y periquitos
cargado de plantas, fulgor.
Autora
María Luisa López Pisú