Fresca en las mañana de los días sin aventura,
Derretidas en el oleaje de los inmensos mares.
Pequeño grito de los infantes,
Mar que pasa en los náufragos
Y leve roce del cielo.
Oh brisa, mueve el corazón de los caminantes
y ríes en el amanecer de aquellos que se duermen
y caen en ese sueño lleno de paz.
Oh brisa cobíjame con tus encantos
y hazme contemplar el infinito mar.