La poesía corre por mis venas,
por lo cual influye en mis emociones
en momentos de ocio y de pasiones,
le da tacto o picardía a mis letras
al sentir la alegría y las penas,
se cuela por mis pupilas y mi oír,
transmitiendo sentimientos en cadena
aumentando el latir de mi sentir
y mis pensamientos se enredan,
hasta que la poesía empieza a fluir
plasmando la musa con tinta de la buena,
esa poesía que enciende una luz
entre recuerdos que me abrazan
y le brinda inspiración al alma,
fiel ternura que atrapa sus besos
entre canciones, estrofas y versos,
resurgir de un intenso amor verdadero
que no resta palabras ni acciones al amar.