La tierra marchita seria su nuevo lecho
Arriba,la indiferencia de las flores
Cerrarían su misión
Se seguirían profanando
todas las estatuas caídas
Se seguirían transgrediendo las ventanas
Del otro lado del limite
Se repartirían todos sus secretos
Todas sus esperanzas
Pero un día el polvo se embriagara
De sus cabellos coléricos,
De los fusiles que poblaron su boca
De los nietos que nunca tuvo
La palidez de su soledad
Invadirá los extramuros
Y cada una de nuestras pisadas delataran
Su mundo subterráneo
No nos dejo nada
Solo una fecha y un nombre
(que puede valer tanto como el de Cristo)
su ultimo invierno quedo masticado
sobre los párpados de humo
había imaginado de nuevo
la invalidez del sol
cuando sintió como la arena
bañaba sus huesos de bronce