Silencio otorgado al vivo que de por vida calló
Melancolía sentenciada al pobre que de sentir no comprendió
La vida es un viaje de ida, al instante eterno
el cual desconocemos.
Creer, la utopía de un mas allá
hacia la metamorfosis de los átomos
para alcanzar la propia luz
Un xendra se apoya en nuestras cabezas
y como una maquina de atrapar muñecos
nos abduce a la inefable Gaia
Que nos sonríe a lo lejos
intentando protegernos
de nuestro propio suicidio.
Mientras acá, nos miramos los pies
para así, a los mas débiles pisotear.
Tragandonos nuestra sangre
para un país alimentar.
De veneno artificial
que mudos nos va a dejar.