En el otoño de mayo
sonríen las flores
como tú en mis manos
en marzo y en abril.
Y con tu sonrisa en el aire
respiro tu pensamiento
junto al mio que se vuelve
latido de un beso.
De esos que se escriben
en los brazos de los versos
cuando vuelves a mirarme
y yo te miro.
De esos que bailan
por la noche con las estrellas
y al alba con los pájaros
cuando eres un poema.