La luz acaricia con dulzura,
Un cristalino mar con salpicaduras naranja
Formado por peces exoticos y estrellas de mar
El vasto mar ondulante y petulante,
Aquel Engreido que acapara la mirada
De la mujer bañada en oro, a la cual,
El hombre carmín desea
El le ofrece un dulce
Con sabor a cristal,
Humedecido en brasas
Con sudor cítrico
Pero ella no quita ojo
Al serpenteante zafiro,
Que sonríe con picardía
Burlándose de la soledad
Que acompaña al pobre activista,
De lamentos y llantos ácidos
Su pesimismo le aleja del bosque de las luciérnagas de Dalí,
Sazonado con la clorofila de una boa,
Aliñada en plata purpura,
Creando imágenes parpadeantes
En la mente del visitante
Hipnosis de estrellas hechizadas,
Mariposas de regaliz en ascuas de color azabache
Habitan en este paraje sin juicio
Mientras el desdichado se aleja
Junto a su resplandor candente,
La mujer de oro se desnuda lentamente
Las dunas azuladas del horizonte,
Disfrutan de las vistas
De la dama de belleza angelical
El fugitivo del amor inundado en el azabache de las mariposas,
Se encuentra descendiendo un pozo sin fin
Acribillado de murciélagos de caras odiosas,
En el que se siente el pestilente aleteo
Que induce a la más profunda de las muertes
Una chispa de sabiduría
Emerge de su mente,
Se da cuenta de que
No hay nada tan sensual
Como unos labios carmín
Grita intensamente con una rabia inusual,
Invocando una ola de pigmentos rojizos
Los cuales se impregnan en las oscuras paredes,
De este paraje inerte
Escapa de aquella lúgubre muerte
Y se queda levitando en el cielo,
Prepara su venganza, va a golpear con su ira más colosal
Al señor de sus pesadillas
¡Preparados, listos, ya!
Un torrente draconiano
Inundado de cristales rubí,
Sale del cielo a cubrir todo el mar
De su pigmento volcanico
Una intensa batalla enmudece
A los habitantes de la villa,
Observan la odisea sin pestañear
Se escuchan aplausos y ánimos
De sus agitadas bocas
¡Acaba con él!
¡Confiamos en ti!
El mar empieza a ser un baño de sangre,
La pasión va venciendo a la arrogancia,
Pero, se contempla una lucha de titanes
Llena de fuego abrasador y agua sofocante
Al final el destino es rojo carmín,
Aquel cálido y brillante mar rojo
Daba un toque excitante al pueblo
La chica oro se ha enamorado
De ese tierno chaval,
Que se extiende hacia el horizonte
El le pide matrimonio,
Una silueta humana se formó en el mar
Se arrodilla y le expresa sus más bellas palabras,
Ella con una tímida sonrisa con sus brillantes ojos iridiscentes
Le da el si quiero
Las lágrimas descienden de las mejillas
De aquel distinguido caballero,
Emocionado besa a su novia
Mientras el sol reflejaba
Las caricias de los enamorados