¿Con cuántas alas te fuiste
para subir todo el cielo,
donde ningún otro vuelo
puede asegurar que existe?
Volaste donde lo triste
deja en el labio una giba.
Y sin frase que describa
el tamaño de la altura
se me perdió tu estatura
con tanto espacio, allá, arriba.
¿Quién te dibujó el regreso
tan cerca de mi sonrisa?
¡Ando vistiendo la prisa
con la alegría del beso!
¿Cómo regresaste al hueso
costal de mi poemario?
Regresas y el calendario
me va nutriendo la mente.
¡Cuánto recuerdo latente
en tu beso imaginario!