Te vaz convirtiendo
con el paso de los dias,
en algo tan necesario
que me asusta esta manera
de sentirte.
Voy trabajo
Vengo me alimento
todo de la mano
de mi soledad
llego a casa
beso a mis hijos
mientras sus suaves manitas
recorren mi rostro
y me abarcan.
Y si,
la melancolía se hace evidente
me invade,
ya no puedo hacer mas que saborearla.
Mi cuerpo cansado llega al lecho
dormiré unas horas
pocas para mi gusto.
Pero él,
de repente
penetra mi cansancio
y nace el deseo.
En la mitad del descontento
acaricio
observo
disfruto sin apetito
deliciosos y exóticos
sabores
olvidando por momentos
que no soy feliz.
Inevitablemente
el recuerdo de tu deseo
aparece
y con él llega el orgasmo
ansioso e infiel.