Cuando vi tu mirada palpitante,
en mi pecho sonó la campanada
que me dijo de forma apasionada
que llegaba mi musa fulgurante.
Al mirar tu sonrisa tan radiante
y besando tu boca inmaculada,
desde el fondo salió la llamarada
con su fuego de amor tan desbordante.
Escuché de tu timbre su armonía,
y noté que tenía la dulzura
de los versos de Safo y de Thalía,
y borracho en tus brazos de ternura,
tu me diste la luz que yo quería
convirtiendo mi sueño en dicha pura!
Autor: Aníbal Rodríguez.