***Jesús el cirineo***
Emprender el camino
de la vida por una ruta
cubierta de hojas muertas.
Ver que los resentimientos
son como víboras que se
enroscan y aniquilan tus
esfuerzos…
Sentir el peso de esa cruz
que constituyen los recuerdo
stormentosos de la vida…
Recuerdos de agravios hechos
y recibidos que avivan las
heridas…
Sentir la espalda lacerada
por las culpas que lastiman
y sentir la frente punzada
por las espinas de la corona
del orgullo…
Saber que se lleva abierta una
herida que no cierra ni sana,
una herida que se lleva en
carne viva…
Caer una vez y otra vez con
apenas fuerzas para levantarse
y cuando sientes que ya no puedes
encuentras su mano…
Que soba tu espalda y arrima
su hombro a tu cruz,
trayendo consigo esa luz.
Luz que aleja las tinieblas
de tus temores y tus dudas,
y pone ese bálsamo del perdón
que cura el dolor de tus heridas
y te das cuenta que camina
contigo Jesús el Cirineo…