cardenal

Despedida

He dejado el contorno de mi cuerpo dibujado en tu cama.
Un rastro de lágrimas y sudor que no se borran.
Al abrir tus ojos, no recibirás mis besos que suavemente te despertaban.
A tu lado solo permanecerá mi sombra.
Y tú te sentirás libre.
Cuando alguien venga a cubrir el hueco que yo dejé.
Echarás de menos, las flores que robaba para ti, los besos furtivos, las caricias en tu suave y sedoso pelo, las miradas de ternura cuando llorabas y mis abrazos.
Mi ser y mi alma, vagaran por tu casa.
Me recordarás, aunque no me quieras
y sentirás que nunca nadie te amará tanto como yo lo hice.