Murmullo interno,
intenso,
mas siempre silencioso,
fresca brisa proveniente
del remoto arcano
que acerca a lo perenne,
a lo intacto,
que inmola a la materia
en sacrificio grato.
No basta raciocinio
en terreno estéril,
el ámbito traspasa
hasta al beato,
no importa la insulsez
de todo el hato,
pues el toque
en un instante
resplandece ipso facto.