No me importaría
que de otros tuvieras
recuerdos amorosos
yo soy desde hace
tiempo, tu amante
y no soy celoso.
Me basta con oírte
y con hablarte,
aunque con la risa
o con el llanto,
tu serás siempre
a mis oídos un
nuevo canto,
nunca de despedida
y siempre de consuelo
o de gozo.