Si tú supieras
Si tú supieras cuántas veces dentro de mi apartado silencio en ti pienso, en tu figura, tanto que yo he pensado, después de tantos años que han pasado y parece que han sido meses. No logro separarte de mi mente.
El amor es viajero cuando es real y he jugado con fuego no pensando que me pudiera quemar. He dejado este amor que no es juego. Que ha sido un feliz santuario, el tiempo ha pasado, analizando las fechas y aniversarios.
He puesto a tu memoria atrevida, las veces que amando, tanto hicimos, porque hay recuerdos que no se olvidan por mucho que su imagen ha crecido. Si hallara la forma para olvidar y pensar que pudieras siempre regresar.
Si en la vida uno a veces, pudiera dejar la mente en blanco sin pensar que el mar es mar no porque quiero. Es que todo sucede por algo que hay que razonar. Yo sólo quiero pensar en ti de nuevo, aceptar que tú fuiste en mi vida el encendido fuego, el exquisito llanto.
Este amor tan loco que sembré en mi alma para quererte a ti, dime si es mucho o fue poco, porque yo de ti poco esperé, en cambio todo recibí.
Hoy navegando por lugares… buscando el atardecer de unos ojos divinos que me supieron querer. Por ellos mucho he buscado, en el mar de mi vida la pasión he hallado.
Este amor es sueño nunca pasajero, llega velozmente y se va perdiendo como ese lucero que está encendiendo de luces en las noches, como carcelero. Este amor tiene su condición. Todo hemos tenido un amor que hace perder la razón.
Mi amor corre como apasionado viento, se esconde dentro de mi fundiendo mis adversidades como él quiere, este amor es el que uno prefiere. Lo esconderé para jamás irlo perdiendo, este es el amor que toda mujer adhiere.
Mi luna de amores de cuarto menguante se puso molesta y me ha hecho desplantes. Es que la estrella negra estaba herida por el amor de un lucero del puerto que la hizo su querida. Me puse a darle consuelo hasta dónde yo sabía. Ahora llamo a la luna y la siento que está perdida.
Mi luna menguante, tanto que la espero ya no viene a mí como antes, pude haber quedado mal con ella, no justifico los fallos porque no puedo. Me queda el placer que pude ayudar a la solitaria estrella, que de dolor se quería ocultar.
Yo conozco mi luna llena, he podido platicar con todo acierto, de los amores que se han quedado en puertos porque de placer me han querido tener, les doy consejos sanos, que aprendan que se puede amar mucho sin llevar en los ojos vendas y que nunca nos aten nuestras manos.
He enviado mensajes a mi luna creciente para que me venga a visitar, porque de amores siempre es bueno platicar. Me ha respondido con humildad que de amor no quiere hablar ya, porque mucho ha sufrido. Ahora se enfrenta a la verdadera realidad. Soñar es bueno cuando se hace eco la fantasía, pero al despertar, nos damos cuenta, que contamos todos los días para poder amar con toda sinceridad.
Nuestro amor
Con los anhelos abiertos al viento,
mis pechos lamen sabor de arena.
Al tacto de la vida y de unos dedos
que siento,
aliviando sinsabores y penas.
Las noches fueron tan sosegadas y
¡Qué divertido que tu amor me llenara!
Parpadeando las primeras luces
de tus ojos,
se hicieron fáciles aves
a tus antojos.
Fuimos huéspedes
de caricias tiernas
y los párpados llenos
de lágrimas infinitas.
Dos alas se empinaron…
libres luciérnagas,
que en su vuelo
levantaron al aire
llegando al cielo
en tempestades sexuales
tan exquisitas.
Una boca de fresa
le dio la bienvenida
a las austeras
sonámbulas de la noche
¡luciérnagas zalameras!
Fueron tantos los suspiros
que compartimos,
que anexados
a nuestros pensamientos
siempre estuvimos
y fuimos cal y arena,
alma y pena,
fuego y sol,
luna y cielo,
amar en esplendor.
Sabiendo que cada tiempo andado
es sello de nuestro amor
que nunca será pasado.