Déjame que te seduzca, que te tiente, que te roce hasta los pies,
Déjame que te incremente, que te mime, que te exalté por doquier.
Déjame que te toque, te acaricie, que te bese toda la piel,
Déjame que te palpe, te apriete, que te moje todo tu ser.
Déjame que sea el colibrí que beba el néctar de tu flor,
Déjame que surque tus dos lunas con el roce de mis labios,
Déjame que te agarre, te desnude, que absorbe todo tu placer,
Déjame que te alce, te abrase, que te seduzca hasta amanecer.
Déjame que sea la abeja polinizadora del panal de tu miel,
Déjame que encienda tu volcán prohibido con mis manos.
Nota: Déjame ser lo que desees, hacer lo que quieres y lo hare. No cuentes hasta tres, solo déjame y en ti estaré.