Hicimos crecer muros en medio de los vacíos
se elevaron hasta alcanzar silencios petrificados
una noche manoseo escapatorias,
atrás de su rostro se gesto el frío
alguien le está arrebatando
y no pude sujetar la palabra que lo retuviera
hay una recaudación de inútiles luces
delante de lo que nos está oscureciendo
creándonos ángeles semejantes al infierno
cautivo en mi soledad aprendí a mutilarme
hice crecer mis heridas
para que permaneciera de alguna manera
para sentirle donde las sillas ahora son sus muslos
inmóviles junto a una tristeza necesaria,
en esta lluvia se está disolviendo el mundo
donde eres el humo de mis hogueras
desapareces tras esa luz que intenta colgarse a mis ojos
que te aguardan en todas las esquinas
pero las calles se han cubierto de niebla
han abierto una interrogación en las avenidas
donde transitan ahora los futuros
son solo bestias de carga para el miedo
males que nos detuvieron en alguna parte
donde ahora la noche me pertenece.