Como el mar que revela en sus olas la esfera.
Como el dios que se ciñe en su forma de amar.
Así sólo contemplo de la vida el paisaje
y ese gran oleaje que es vivir y soñar.
Hoy tu pulso me llega como llega la noche;
tan tranquila en su efecto.., tan liviana en su dar..;
que un latido parece que principia y finita
dando paso al siguiente que no puede esperar.
¿De tu piel?.. La tersura. ¿De tu boca?.. El hablar...
¿Y del tiempo que pasa?.. Un segundo escondido,
donde el mar no hace ruido y son tus caracolas
el sonido que da.
Poco a poco me caigo.
Poco a poco me dejo.
Poco a poco sostiene
tu mirada un desliz,
al que agarro y me aferro
porque el sí contiene,
de la vida, mi muerte,
de mi muerte el vivir.