(I)
Soy...
la ausencia de la tarde,
en oscuras celdas
me deshago...
brevemente,
entre lánguidos...
altares de silencio,
de albura...
y lirio me carcomo,
en el excelso
y apenas recostado
y herido suelo,
del trascoro
advenedizo...
de mis sueños.
(II)
Apenas soy...
la herida que no sangra,
de verso y lirio...
enamorado,
en palacio de cariño
me deshago...
entre otoños
estrañamente lacerados,
de impúdica presencia
adormecida...
por la tarde
desnudada de cariño,
entre homéricos
inviernos deshojados...
por la boca demudada
de su engarce.
(III)
De módico abandono
se engalana...
en el aura desnutrida
de la tarde,
de impúdica presencia
se descuida,
en palacio altisonante
azul... y breve,
por el aura...
apenas demudada
de presencia tenue,
en la gloria
desgastada
de mis preces.
(IV)
Desnudado
de pagoda advenediza,
entre baños y anaqueles
me enamoro,
de sólida...
e impúdica presencia
me desdoro,
entre lirios...
de pobreza manifiesta,
entre óvalos
desgastados...
por su abrazo.
(V)
Herido en soledades
me desangro
brevemente...
en exilio declarado
de mis preces,
en oscura y sonora
mazmorra
advenediza...
por la cárcel declarada
de sus labios.
(VI)
De impúdica presencia
me entretengo...
entre campos de alberca
coronada,
de amor...
y gélida ternura
me licito,
en la calle...
desnutrida
de su alondra.
(VII)
Apenas apasionado
me deshago levemente,
en la herida
desnudada
de su beso,
por ausencia
apenas declarada,
libre, exigua...
impura y breve,
en el seno
inolvidable
de la aurora.
(VIII)
Apenas me encuentro
demacrado...
entre ríos ufanos
de tristeza,
de lirio...
la tarde se adormece,
entre perezas...
y alcores lacerados,
de gloria...
huido se engalana,
de labio...
apenas desvalido,
entre pálidos...
y lánguidos latidos,
por la tarde
desbancada
de su abrazo.
(IX)
De alba...
el aura se lacera,
entre labios de luna
en su presencia
entre pálidos
y tácitos altares,
de lirio...
y verso enrrarecido,
grandes amapolas
a ti se acercan,
y se vierten...
de ternura engalanada,
entre cálidas alondras
se presentan...
entre impuras caricias
deshojadas.
(X)
La tarde...
se anuda a su miseria,
entre lirios deshojados
de lebreles...
canciones,
que hieren...
y apenas entretienen,
entre lánguidas
fontanas de tristeza.
(XI)
De cariño...
se demudan
apenas nacen,
entre cálidos alcores
deshojados,
se desnudan
de ternura engalanada,
entre lirios deslucidos
de trabajo.
De calandria
levemente se insepultan,
de agua breve...
lacerada en su congoja,
de barbecho seducido
por el viento,
en el aura desnutrida
por su labio.
(XII)
Desnudos...
apenas se despiertan,
a la lucha del lamento
ensombrecido
y se anuda y se desnuda,
escaso... y libre,
en la alcoba...
deslucida
por su abrazo.
(XIII)
Entre versos
de ausencia
en altar se inmolan,
de nube...
y avaro labio zozobrado,
por la gloria...
desvestida
de sus preces,
por la fiesta
desnutrida...
de la espera.
(XIV)
De miseria
apenas se engalana,
por augusta pluma
seducida
desnuda y firme
se destila...
entre lágrimas laceradas
se abandona...
inánime...
exigua y bella,
por la alcoba
desvestida
de su enfado.
(XV)
Entre fontanas
apenas se agasaja,
entre madreselvas
de invierno advenedizo,
entre diamantes
de agua impura...
se desnuda,
de gardenia
deslazada
de agua y barro.
(XVI)
Entre albercas
y lúgubres panales
se entristece,
entre alcores,...
de penuria
inalcanzable,
entre banalidades...
heridas de ternura,
entre fontanas
deslucidas
de abandono.
(XVII)
De artúrico
y homérico lamento
se lacera,
entre morganas
y ginebras,
de hielo...
y hierro ufano,
pálidas alburas
apenas
se engalanan
en la gloria
compungida...
de su labio.
(XVIII)
Se desnudan
en invierno zozobrado,
de hiedra mortecina
apenas yace...
de diamante
se deslaza
desnuda... y firme,
entre alcores
de belleza...
inalterable.
(XIX)
Entre lazos
apenas desnudados,
de tormento
descuidado
vencido... y suave,
extrañamente impuro
y escasamente
deslucido...
se macera
extrañamente
seducida,
por el sol...
que más calienta
a su desaire.
(XX)
Aguado de cariño...
a veces me deshago,
impío...
en mi memoria
demudada,
informe..
entre cárceles
de plata,
exhausto...
en la copa bendecida
de la tarde,
( inalterable...
en el todo
que me acecha,
desalado
y de oscuro trance
seducido).
(XXI)
Muy despacio
se malogra la presencia
entre pétalos de lirio
deshojado,
y a veces sopla
un viento..
impúramente enmarañado,
en la anárquica
memoria
de la espera.
(XXII)
El viento apenas
se entretiene,
impuro y breve...
en el sudario
monocorde
de mis versos,
impávido..
de impúdica presencia
malvestida,
excarcelado
de anárquica
dicha coronada...
en el palacio
desnudado
de sus besos.
(XXIII)
Apenas se complace
brevemente...
la fontana silenciosa
herida y breve,
compúngidamente
ignota...
entre líneas
desprovistos de caricia,
entre espinas...
de ocasiones declaradas,
se engaña...
su requiebro manifiesto,
entre lánnguidos...
y anárquicos placeres,
deslazados
de cristal advenedizo,
por la angustia
seducida...
de aranceles.
(XXIV)
Entre aguas...
desprovistas de ternura,
entre lirios victoriosos
azul... se inmola,
lágrimas etéreas
se despeñan
de tormento,
entre homéricas...
y lánguidas palomas,
entre abrazos...
deslucidos
por sus besos.
en la tarde...
desvestida
por su aroma.
(XXV)
De sus ojos
apenas brota...
óvalos impuros,
de antiquísima
espera derramada,
entre tardes de lirio
y rosa victoriosa,
escasamente
perfumada...
por la boca
desnutrida
de su engarce.
(a veces
enmudecida...
y brevemente
deslazada,
de immódica...
presencia adormecida).
(XVI)
Entre lotos otoñales
se nos adorna...
de imgrávidas
palomas seducidas,
se despeña tenue
de alondra derramada,
entre rosas...
apenas deslazadas,
por aromas
invisibles,
de impávidos momentos
desvestidos...
de desestructurados,
lánguidos... y anárquicos
perfumes,
de deslumbrada
y apenas desflorada
enredadera...
desnudada
de incontenible
y tácito embeleso,
en su desplazado
y apenas breve...
y casi desgastado,
adiós...
en la impenitencia
exultante
de su rezo.