Si pudiése plantarte en el silencio,
las voces que aún tengo en mis adentros,
te darías cuenta de que aquel viento
hace una sinfonía de tu vuelo
y no pudo negarte que me gustas
como no pudo negar del mar su agua,
pero no voy a sujetar a mis alas
tu vuelo que me lleva al ras del suelo.
Mi derecho a la vida me sustenta
a ser siempre muy amada y bien querida
por eso a tus desplantes y despedidas
para irte en raudos vuelos a otras ramas
los dejo en un recodo de la vida.
Tu pierdes mas que yo lo sabrás tarde
o nunca sabrás lo que te he amado,
adiós y que nos toque en mismas partes
lo que en disparidad de sentimientos,
al norte, por tu amor he sembrado…