Domingo Julio 31 del 2016 4:17 am
Mi rubi, mi linda
Está madrugada a terminado el trabajo, me dispongo a dormir; mientras pasa el tren que me lleve a casa, ¿lejos de ti? Podría decirse; si se habla de distancia, pero me acerca más a donde un día estuvimos: recostados en mi cama; en la ducha, en la sala.
Antes de pasar al mundo onírico, donde hasta ahí, me sigue tu recuerdo. Deseo te encuntres mejor de salud; ya no supe nada de ti ayer, y eso me pone a pensar, si ¿de mí te olvidas? O solo fue la actividad del día, o las visitas del fin de semana; o quizà otro hombre tiene la dicha de tocar con su pecho, tu espalda. No lo sé, pero lo sufro, no de hoy; sino ya desde hace más de un mes, sino es que desde antes; por estos enfermizos, malditos y mal encausados celos. Que se le va hacer, no encontrado receta, medio moral, espiritual o psicológico par acabar con ellos, ni con mi amor, ni con tu recuerdo, ni mi añoranza de tu cuerpo, y mi pecho no toca tú espalda ni en sueños.
En este momento, esta latente un recuerdo; el de la única noche completa, que hemos pasado juntos, al igual, no gozabas de la mejor salud, pero ahí, en ese momento, uno del cual nunca me olvidaré, ni aun estando en el infierno, mi pecho tocaba tu espalda, y era tan bello.
Eder Guerrero