Oh amor que te alejas
y grito por mi vida
El placer se me tiñe de nardos azules
y guardo la dicha
en su cajita de alegría y bruma
Si vieras cómo
se me llena de espinas el corazón
Mis días te necesitan
Sin ti los vergeles del alma no florecen
Ya se mueren
Les falta el sol
de tus esplendorosos ojos la constante
primavera de azahares y rosas
que nacen en cada ribera de tu ser
Te vas y mi dosis de dicha se acaba
Es tan fuerte el dolor
tan creciente
y nunca se duerme en los laureles
Solo tú amor generas paz
y todo lo tierno
Bello es el mundo si resplandeces en él
equivalente a un paraíso escondido
hecho de pequeñas olas de algodón…