Sumergido en el silencio de la noche, con la angustia de la ausencia de Morfeo, se agolparon en mi mente los recuerdos de las plumas y pinceles del ayer.
Desfilaron en carruaje diamantino exhibiendo sus pasiones coincidentes en buscar para la vida un aliciente que pudiera sosegar sus inquietudes dejando a nuestro alcance sus grandezas.
Desfile milagroso, invasor de recuerdos; aquel que me mantuvo una noche despierto sin que Morfeo viniera a acompañarme.
Don Leonardo, Cervantes
Y en ese mismo carruaje también pasaron sonrientes Picazo, Goya, Neruda y otros tantos llevando muy encendidas las antorchas de sus mentes prodigiosas.
¡Tremendo banquete! Recuerdos inolvidables que acariciaron mi mente huérfana de sueño, sumergida en el tiempo.
PABEDIZ