De verde flamenco con brisa de la bahía,
Llegaste, no llamaste a la puerta;
Destruyendo el esquema que un alma vaga tenía;
Haciendo crecer estrellas de mar en esta huerta.
Con esa mirada derribaste un muro,
Vas trayendo fé en lo poco creíble;
Ya lo sabía, un suspiro tan puro
Desde un corazón ligeramente persuasible.
Haces un par de alas de viento,
Con tus ojos que sonríen me las das,
Me tomas, me besas, te robas mi aliento
Para que de tu mano no deje de volar jamás.
Las noches pasan escuchando las olas del mar,
Te fundes cada vez mas en mis sentidos,
Y como gitana me llevas a andar;
Así tan cerca se aceleran tus latidos.
Creamos una historia azul océano,
Junto a una bahía de besos infinitos,
Cada noche, cada mañana en verano
Que no se quedarán ya en escritos.