Padre, no te puedes ir,
Por siempre estarás conmigo;
Vivirás en el recuerdo
De tus nietos y tus hijos;
Nadie duda de tu esfuerzo,
De tu enorme sacrificio,
De sacarnos adelante
Y brindarnos lo que has sido;
Fuimos diez en la familia:
Una niña, siete niños,
Una consorte abnegada
Y tú, mi padre querido;
Te marchaste hasta los cielos,
A mi madre la has seguido,
Nos dejaste solitarios,
Fuiste en pos de su cariño;
Hoy, muy juntos desde el cielo
Nos sentimos bendecidos
Pues sentimos el cuidado
De mis padres consentidos;
Hoy contemplo las estrellas,
Veo dos con mucho brillo;
Mil diamantes de mis ojos
Para mis viejos queridos...