Morir sin haber bebido ni vivido,
es como pasear por un jardín sin flores,
o como estar enamorado sin conocer amores,
o ir a un duelo o a una fiesta, sin haber llorado ni reído.
No quiero sabe si tendré una lápida,
ni tampoco si estaré en un campo o en un cementerio,
ni me burlo ni condeno, el condenado adulterio,
si me he de morir quiero una muerte rápida.
Por la muerte no se brinda,
se llora por la juventud ida,
y se sueña por el futuro.
No sé si está loco el suicida,
cuando la vida ya no es linda,
para él, vivir es muy duro.