Tú vives, yo vivo.
Sin embargo, en vida me has matado.
También yo te he matado.
Somos dos criminales,
sin haber cometido crímenes.
Pero no sólo se mata con un arma.
En la vida también se mata
por estúpidas situaciones.
Lo malo es que eres consciente
del mal que le haces a mi alma.
Lo terrible es que consciente soy
del mal que te ocasiono.
Tú eres devota de Dios,
también yo lo soy.
¿Es que todavía no hemos aprendido
de su palabra, de sus enseñanzas?
O sea, que pienso, que eres
una desdichada mujer en tu vida.
Y yo, tengo una similitud
a la tuya en cuanto a desdicha.
No pensé que llegarías a esto.
Ni te imaginabas llegaría a lo que llegué.
Esas palabras que nos prometimos...
las que siempre permanecerán
en cada uno de nosotros...
Ahora te digo que fuiste una falsa.
Tú también has de pensar lo mismo de mí.
Ni tú ni yo estamos errados
en pensar así, el uno del otro.
Coqueteas con tus bellas palabras
hacia los otros... mientras pasas a mi lado,
y me ignoras. No me tienes en cuenta.
Te he admirado siempre,
como a una estatua de mármol,
realizada por el mejor escultor.
Me trataste como a uno
de los mejores hombres de la tierra.
Pero esa tierra la has soplado,
para que se levante por el aire,
y se meta en mis ojos,
para producir mi ceguera.
Así me siento, ciego...
Tendría que haber estado así,
antes de conocerte...
Estar ciego para no haber mirado
a tu cuerpo, tus ojos, tu cabellera...
Nos hemos conocido en un momento
muy especial en nuestras vidas.
Siempre has sido muy especial.
Tienes dones que te ha otorgado Dios.
Él ha pasado a mi lado...
Ni siquiera me miró.
Pero yo sentí en mi cuerpo
la sombra de su paso,
y me santificó el alma.
Hasta me ha hecho pensar
que estoy en este mundo
para algo... para algo, sí.
Estoy aquí para amar.
Me pregunto: ¿es que tú
alguna vez me has amado?
Entonces... ¿cómo has podido
destrozar a mi alma?
Me responderás que yo he destrozado
la tuya... Sí, tienes razón.
Somos dos criminales.
Ambos seguimos viviendo.
No matamos nuestros cuerpos.
Sólo hemos destruído
mutuamente nuestras almas.
Ya que estoy vivo,
tengo tiempo para reflexionar
mi futuro en la vida.
Hugo Emilio Ocanto
09/08/2016
Derechos de autor.