Martes, agosto 2 del 2016 5:33 pm
Mí rubi, mí vida, mí amor
Eh pensado en la ultima carta, tal vez fue un poco, o un mucho de escandalosa; para mi, vaya que lo fue, dicen que la verdad incomoda, pero prefiero; mil verdades a una mentira, nunca eh tratado de ser otro con vos, siempre sacas lo mejor de mí y mis queridos y amados monstruos que sobre salen de mi oscuridad, cuales luciérnagas en plena apareación. Pero sé que al final de todo, vos me quieres, como te quiero yo, en la oscuridad donde nos hemos enfrentado a nuestra muerte como pareja que somos, y en la luminosidad de la felicidad; cuando vos me quieres, y yo te amo; de una forma tan contradictoria que vos sólo puedes quererme aún más. Para ti yo soy perfecto, no importa lo que diga yo; esa fue tú respuesta tan tajante, tan puntual, cerraste el paso a cualquier duda, y mataste algo en mi, ahora sólo espero que decidas quedarte a vivir en el mundo de la luminosidad.
Te quiero, te amo, te necesito, te adoro, me muero, regresa pronto a casa, que la comida esta echa, la cama tendida, tus flores en la mesa y abierta la puerta de mi corazón.
Eder Guerrero